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lascenizasdeangela

De repente en aquel restaurante, me sentí pequeña, muy pequeña, me aterraba que a pesar de tener tanta gente alrededor estaba completamente sola... mi mente volaba intentaba buscar algo a lo que aferrarme algo que me diera vida, que me liberase de esa soledad infinita del ke se encuentra sin rumbo fijo, no sé hacia donde me dirijo...La gente que me rodeaba se reía de cosas vacías, sin sentido,  sin chispa... aquello me asqueó y procuré centrarme en las fotos que adornaban las paredes...allí estaban plasmadas un retazo de la vidas de personas de principios de siglo, era un patio andaluz, había flores y mosaicos... me encantó especialmente la foto de una anciana bailando flamenco con los brazos alzados, pese a la edad pude sentir su arte.

Sola, inmensamente sola entre un ruido ensordecedor de vaivenes de platos, de gritos de niños, pero estaba allí en mi mundo, pensé que mi mayor patrimonio era mi vida interior, no me apetecía bromear, miraba a la gente e imaginaba qué clase de vida llevaban, el abuelo con su familia, un grupo de amigos....mientras en mi mesa charlaban de cosas insustanciales, observaba el mar, me aportaba paz y tranquilidad, supongo que soy tremendamente hermética a la hora de relacionarme con los demás, no soporto que intenten avasallarme e intenten saber más...soy como soy...en ocasiones prefiero que me tilden de lo ke no soy, supongo qie así quizás pueda defenderme mejor...pero hay una máxima en mi vida, en todo lo ke hago, en todo lo que siento, siempre me dejo el alma...

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