Auf...
De las últimas veces que fui a mi ciudad de nacimiento recuerdo que lo disfruté...quizás porque era más consciente de lo que significaba. Fuimos en tren, mi padre era ferroviario...recuerdo el cambio de estación en Francia, intentando utilizar mi inglés de indios...mientras la chica me hablaba en un perfecto castellano. Recuerdo que tenía rasgos asiáticos así que me quedé sorprendidísima! Cómo? Vaya...
Divisaba el paisaje, de diferentes tonalidades, casas de chocolate, las típicas de los cuentos de Hansel y Gretel. Siempre pasaba lo mismo, cuando llegaba hacía tanto frío incluso en agosto! Brrr!
Allí mi madre se transformaba, se maravillaba de mantener el idioma pese al tiempo transcurrido! Paseábamos por unas calles antiquísimas...y Ronald....tan enorme!! Curiosamente lo recuerdo verde! No sé si tiene actualmente ese tono...aún así creo que sabría conducirme por la zona. Me hacía gracia siempre me hablaban las señoras en alemán...por mi aspecto! Con las cuatro palabras que hablaba les decía amablemente que no entendía...Mmmm ese riquísimo olor a café impregnaba toda la ciudad...Me encantaba...
Después de llover me gustaba mover las ramas para mojar a todos...diabluras adolescentes...Conocí a gente muy variopinta con paso de lucha, sacrificio y afá de superación...
Cuántos recuerdos...media vida perdida en estaciones de tren...Qué poderosa fuerza infunde una hija...y...cuánto debo agradecerle...
Gracias...
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