Una joya más...
Al llegar la Navidad todo cambiaba de color años a...Le desagradan esas fechas lo sé, su familia vivía lejos especialmente desde que se fue mi primera madre...
Hoy al teléfono me dijo qué cuantas Navidades había pasado si mí...Lo dijo con tanta pena que me encogió el corazón...Siempre se ha mantenido fuerte en su papel...A veces se le escapan pequeñas joyas disfrazadas de palabras...que atesoro como el bien más preciado...Es arisca, orgullosa...y jamás se bajará del burro aunque sepa que no lleva razón...pero sus gestos de tosca dulzura me producen tantísima ternura...sé lo que le cuesta exteriorizar sus sentimientos...
Después de mil batallas he conseguido que venga en Nochebuena por fin! Hablando...razonando...peloteándola...Más o menos por estas fechas hace unos años, su aspecto se transformaba ...feliz y contenta...
Recuerdo cuando llegaba el tren en aquella fría estación...las dos esperábamos tiritanado emocionadas el regreso de mi padre...Tanto tiempo sin verlo...
Se merecen los dos un mundo...por luchadores, por valientes, por dejarse la vida trabajando...Por haberse pasado media existencia entre estaciones de tren...unos maravillosos reencuentros cargados de afecto...y unas despedidas en las que pese a mi corta edad siempre terminaba llorando por la partida de mi padre...
Vejez digna, tranquila y repleta de calor...No hay mayor entrega en el mundo que la de una madre y un padre.
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