Un simple perdón
En cierta ocasión conocí a Bierka, fue en Bremen, ciudad donde nací. Fue en un verano extrañamente caluroso, casi todos bajábamos al lago más cercano, ésa era la idea de playa que tenían allí, había zona de nudistas y otra zona para las familias. Lo recuerdo porque me llevó mi madrina a la ciudad, y claro, mi madre se dedicó a escandalizarla todo lo posible, hasta que la pobre mujer ya lo veía normal, en pleno franquismo, con una España de pandereta y olé era chocante ver aquel comportamiento en Alemania...aún así tengo entendido que le encantó...
Bierka era compañera de trabajo de mi madre, tenía el pelo blanco y hablaba rarísimo, la maravillaban los aparatos eléctricos, y por lo que podía entenderle su palabra preferida era automatisch, no hablaba muy bien el alemán y siempre decía tomatish, me hacía reír a cada momento. Tenía una cierta edad, siempre me traía tartas de fresa...Me llamaba la atención su forma de hablar, su forma de gesticular, bastante histriónica. De ojos azules, pómulos salientes...Le gustaba mi pelo encaracolado...
Luego con el paso del tiempo me enteré de la historia de Bierka, era rusa, había emigrado a Alemania como tantos otros, no tenía familia, había estado en un campo de concentración en Rusia, no sé exactamente cual pero lo que me impactó fue el hecho de que fusilaran a toda su familia delante de ella, se quedó sin familia, ella lo presenció, consiguió escapar en un descuido de los guardias..
Otra señora que vivía en el mismo edificio que el de mis padres era Frau Lenhoff, era alemana, muy conservadora, tardó dos años en hacer amistad con mi familia, luego dijo que vaya dos años perdidos, siempre nos dejaba la llave de su casa, era especial...Tenía a sus espaldas una vida increíble, viuda, con dos hijas. En la guerra se le perdieron ambas, estuvo buscando el cadáver de su marido durante un año, no le daban la condición de viuda asi que la iglesia no le ayudaba. Pasó muchísima hambre, siempre hacía mermelada, hacia los típicos botes adornados con telas de mantel. Una vez me llamo para que le subiera un par de botes a mi madre, me enseñó miles de botes que almacenaba en el sótano con muchísimo orgullo..
No entiendo cómo un papa puede pedir un simple perdón, la iglesia miraba para otro lado, solidaridad y espanto? no entiendo nada....
4 comentarios
Carmen -
Encantada de conoceros, y gracias por leer mis post
Dammy -
Ni que decir que yo jamás consideré sabia a la iglesia.
Un blogbesico.
byrongio -
hago otro comentario para poner a prueba a don antispam je,je
;)
byrongio -
Increible lo que has logrado, llevarme a aquel lugar e inventarme aquella gente, cuando pensaba que los sueños tan solo existen allí donde siempre estan
EN LOS SUEÑOS¡